Desarrollo sostenible vs. desarrollo sustentable
ética empresarial vs. código ético de empresa

La ética, es una rama de la filosofía que se enfoca en las obligaciones morales de las personas. Por consiguiente, la ética empresarial está referida a todas las normas que la empresa debe observar de manera obligatoria en el desarrollo de sus actividades cotidianas.
En todas las actividades profesionales, existen códigos de ética que regulan la conducta y la actividad en cada una de ellas. En esa misma analogía, la empresa se encuentra sujeta a una serie de obligaciones de carácter jurídico, mercantil, fiscal, laboral e incluso de respeto a la ecología y a los derechos humanos, que sumados a la observancia del código de ética profesional de cada uno de sus miembros y socios, estarán conformando la obligación ética como ente económico.
Para algunas personas, existe la creencia que la ética no es de aplicación a la actividad empresarial, sin embargo, todas las normas y regulaciones que la empresa debe observar y respetar, fungen como el código normativo de la empresa y sus representantes.
La ética empresarial, ha adquirido una gran relevancia en las últimas décadas, debido al cambio de muchos de los paradigmas a los que la sociedad y el empresario habían estado sujetos en el pasado. Mientras que desde años atrás, se han generaron bochornosos atropellos por algunos empresarios a los más elementales derechos humanos, hoy en día; con una sociedad más educada y más tendiente a exigir, resulta necesaria la observancia de la ética empresarial, como parte del equilibrio económico y social.
Posiblemente atribuible a la falta de difusión de manera pública del concepto de ética, se han generado una serie de confusiones en su significado. Algunos consideran que la ética se enfoca a ejecutar obras de caridad y actividades altruistas. Otros consideran que la ética está referida a no llevar a cabo actividades en contra de la moral o la religión. Lo cierto es que ningún empresario está obligado a ser caritativo, pero sí está obligado a cumplir con las normas y procedimientos que le son aplicables en sus actividades. Existe un principio legal que acertadamente señala; “el desconocimiento de las leyes, no exime de su cumplimiento y responsabilidad”.
Es necesario reiterar, que forma parte de la ética empresarial, el comportamiento de sus integrantes y socios, porque la entidad llamada empresa, no tiene una actuación autónoma ni propia, sino a través de sus miembros, es como dicha entidad estará o no actuando conforme a la ética empresarial.
Todas las empresas en el transcurso del tiempo, crean una cultura organizacional, que se genera principalmente por el comportamiento de sus propietarios, directores, gerentes y supervisores, dicho comportamiento colectivo, estará influenciado por los principios, valores, actitudes y comportamiento ético o no ético de sus dirigentes. La ética empresarial por conclusión, es la manera en el que se llevan a cabo los negocios y las actividades productivas en todos los ámbitos de la corporación GESTION.ORG (2015).
En todas las actividades profesionales, existen códigos de ética que regulan la conducta y la actividad en cada una de ellas. En esa misma analogía, la empresa se encuentra sujeta a una serie de obligaciones de carácter jurídico, mercantil, fiscal, laboral e incluso de respeto a la ecología y a los derechos humanos, que sumados a la observancia del código de ética profesional de cada uno de sus miembros y socios, estarán conformando la obligación ética como ente económico.
Para algunas personas, existe la creencia que la ética no es de aplicación a la actividad empresarial, sin embargo, todas las normas y regulaciones que la empresa debe observar y respetar, fungen como el código normativo de la empresa y sus representantes.
La ética empresarial, ha adquirido una gran relevancia en las últimas décadas, debido al cambio de muchos de los paradigmas a los que la sociedad y el empresario habían estado sujetos en el pasado. Mientras que desde años atrás, se han generaron bochornosos atropellos por algunos empresarios a los más elementales derechos humanos, hoy en día; con una sociedad más educada y más tendiente a exigir, resulta necesaria la observancia de la ética empresarial, como parte del equilibrio económico y social.
Posiblemente atribuible a la falta de difusión de manera pública del concepto de ética, se han generado una serie de confusiones en su significado. Algunos consideran que la ética se enfoca a ejecutar obras de caridad y actividades altruistas. Otros consideran que la ética está referida a no llevar a cabo actividades en contra de la moral o la religión. Lo cierto es que ningún empresario está obligado a ser caritativo, pero sí está obligado a cumplir con las normas y procedimientos que le son aplicables en sus actividades. Existe un principio legal que acertadamente señala; “el desconocimiento de las leyes, no exime de su cumplimiento y responsabilidad”.
Es necesario reiterar, que forma parte de la ética empresarial, el comportamiento de sus integrantes y socios, porque la entidad llamada empresa, no tiene una actuación autónoma ni propia, sino a través de sus miembros, es como dicha entidad estará o no actuando conforme a la ética empresarial.
Todas las empresas en el transcurso del tiempo, crean una cultura organizacional, que se genera principalmente por el comportamiento de sus propietarios, directores, gerentes y supervisores, dicho comportamiento colectivo, estará influenciado por los principios, valores, actitudes y comportamiento ético o no ético de sus dirigentes. La ética empresarial por conclusión, es la manera en el que se llevan a cabo los negocios y las actividades productivas en todos los ámbitos de la corporación GESTION.ORG (2015).
La RSE en el futuro

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE), tuvo sus primeros vestigios conocidos en los años 50s y pese a que algunos colegas opinan que ya ha pasado mucho tiempo desde que se inició su fomento, en realidad; desde la perspectiva de los negocios es un tema aún nuevo y que dependiendo del nivel de desarrollo intelectual de los consumidores en el país de que se trate; es la claridad con la que se le conceptúa. Incluso no solo depende del nivel de conocimiento del consumidor. Existe otro concepto posiblemente más influyente para su percepción; el grado de corrupción del país en el que se aplica. En algunos de los países con elevados índices de corrupción, los principios reguladores de esta filosofía voluntaria son apenas débiles conceptos resumidos de sus ancestros, que de una manera amigable plantean al empresario nociones de observancia obligada; para optar a la certificación. En algunos de esos casos son utilizados como una estrategia de marketing deshonesta.
Otros puntos de vista de escritores en el tema, afirman que la RSE es fruto de empresarios visionarios y generosos. Lamentablemente la miopía con la que se percibe esta filosofía está muy relacionada con los conocimientos históricos y retrospectivos acerca de lo que ha sucedido en la humanidad. ¿Cómo puede atribuirse a la generosidad, el cumplimiento de derechos laborales, de derechos humanos, de respeto al medio ambiente y la no depredación irracional?
El futuro de la filosofía de RSE, es muy incierto en estos momentos. Posiblemente tratando de rivalizar con Nostradamus, el resultado se vislumbra para su cumplimiento franco en un siglo más, en el que la presión internacional y la filosofía sustentable, ejerzan la suficiente coerción sobre las empresas y países más renuentes a su adopción. La mayoría de los conceptos de la filosofía de RSE, involucran derechos generalizados que deberían ser considerados bienes comunes; por tratarse de situaciones que no debiesen ser negociables para su cumplimiento, ni consideradas un privilegio para quien las recibe. Ningún empresario está obligado a ser generoso, pero sí debería estar obligado a respetar los derechos de sus trabajadores, de la sociedad y del mismo medio ambiente. El problema de la incertidumbre del futuro de la RSE, no solo recae sobre el empresario, mucho de su actuación es corresponsabilidad de los sistemas de gobierno que toleran y promueven actividades fuera de la legalidad a cambio de jugosas retribuciones de todo un sistema fuerte y eficientemente creado.
Pensar en el futuro de la RSE, es muy complicado para quienes con impotencia observan lo que sucede con mucha frecuencia aún. Para otros que si tienen el poder de influir; saben que desafortunadamente una filosofía de carácter voluntario no es suficiente.
Seguramente el futuro real de la RSE, está en manos de las grandes masas, quienes producto de la ignorancia o de beneficios y dádivas del sistema actual, toleran con indiferencia las atrocidades o forman parte de ellas, por brindarles un mecanismo real que les permite subsistir. El futuro bajo este esquema no es predecible, solo es factible de diseñarse con la voluntad y con el conocimiento de una sociedad comprometida y consiente de los estragos que se avecinan en el futuro y de los cuales muchos pagarán las consecuencias GESTION.ORG (2015).
Otros puntos de vista de escritores en el tema, afirman que la RSE es fruto de empresarios visionarios y generosos. Lamentablemente la miopía con la que se percibe esta filosofía está muy relacionada con los conocimientos históricos y retrospectivos acerca de lo que ha sucedido en la humanidad. ¿Cómo puede atribuirse a la generosidad, el cumplimiento de derechos laborales, de derechos humanos, de respeto al medio ambiente y la no depredación irracional?
El futuro de la filosofía de RSE, es muy incierto en estos momentos. Posiblemente tratando de rivalizar con Nostradamus, el resultado se vislumbra para su cumplimiento franco en un siglo más, en el que la presión internacional y la filosofía sustentable, ejerzan la suficiente coerción sobre las empresas y países más renuentes a su adopción. La mayoría de los conceptos de la filosofía de RSE, involucran derechos generalizados que deberían ser considerados bienes comunes; por tratarse de situaciones que no debiesen ser negociables para su cumplimiento, ni consideradas un privilegio para quien las recibe. Ningún empresario está obligado a ser generoso, pero sí debería estar obligado a respetar los derechos de sus trabajadores, de la sociedad y del mismo medio ambiente. El problema de la incertidumbre del futuro de la RSE, no solo recae sobre el empresario, mucho de su actuación es corresponsabilidad de los sistemas de gobierno que toleran y promueven actividades fuera de la legalidad a cambio de jugosas retribuciones de todo un sistema fuerte y eficientemente creado.
Pensar en el futuro de la RSE, es muy complicado para quienes con impotencia observan lo que sucede con mucha frecuencia aún. Para otros que si tienen el poder de influir; saben que desafortunadamente una filosofía de carácter voluntario no es suficiente.
Seguramente el futuro real de la RSE, está en manos de las grandes masas, quienes producto de la ignorancia o de beneficios y dádivas del sistema actual, toleran con indiferencia las atrocidades o forman parte de ellas, por brindarles un mecanismo real que les permite subsistir. El futuro bajo este esquema no es predecible, solo es factible de diseñarse con la voluntad y con el conocimiento de una sociedad comprometida y consiente de los estragos que se avecinan en el futuro y de los cuales muchos pagarán las consecuencias GESTION.ORG (2015).
TIPO DE CAMBIO VS. PARIDAD CAMBIARIA
El tipo de cambio, es la equivalencia entre la moneda de un país, respecto a la moneda de otro país. También es conocido como paridad cambiaria.
El ingreso de moneda extranjera a un país, se denomina divisa extranjera, utilizada para fines de comercio internacional.
Algunas de las divisas más cotizadas son; el Dólar americano, el Euro europeo, el Yen japonés, la Libra Esterlina y otras.
Algunas empresas y corporaciones, registran sus operaciones contables y financieras en la moneda del país de origen (normalmente obligatorio) y en alguna divisa externa, como podría ser el dólar; para efectos de informar a sus inversionistas, clientes y proveedores.
El ingreso de moneda extranjera a un país, se denomina divisa extranjera, utilizada para fines de comercio internacional.
Algunas de las divisas más cotizadas son; el Dólar americano, el Euro europeo, el Yen japonés, la Libra Esterlina y otras.
Algunas empresas y corporaciones, registran sus operaciones contables y financieras en la moneda del país de origen (normalmente obligatorio) y en alguna divisa externa, como podría ser el dólar; para efectos de informar a sus inversionistas, clientes y proveedores.